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Camino de Santiago

Los itinerarios del Norte del Camino de Santiago, que confluyen en el Principado y que tienen Oviedo/Uviéu como corazón, han sido calificados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La región cuenta, en realidad, con cuatro diferentes, cada uno con su belleza y singularidad. Esas Rutas Jacobeas disponen de una modernizada red de albergues, acorde con los peregrinos del siglo XXI, ideal para el reposo después de que las piernas hayan sumado kilómetros y tras disfrutar de la cordial acogida de los asturianos, la pintoresca arquitectura y la deliciosa gastronomía.
Los dos itinerarios principales son el de la Costa, que es el que parte de Irún (País Vasco) y discurre en paralelo al Cantábrico; y el Primitivo, que según cuenta la leyenda es el que siguió Alfonso II en la primera peregrinación, nace en Oviedo/Uviéu y se adentra en Galicia por el Suroccidente asturiano.
El de la Costa consta de 284,1 kilómetros, divididos en once etapas asturianas que apenas se despegan del mar. Atraviesa puentes medievales, playas, ciudades, antiguos hospitales de peregrinos. Así se puede descubrir la iglesia de Santa Maria del Conceyu (Llanes), la iglesia de San Salvador y el monasterio de Santa María la Real de Valdediós o los templos de San Salvador de Priesca y San Juan de Amandi, todos en Villaviciosa; el Parque Arqueológico Natural de la Campa Torres y la necrópolis tumular del Monte Areo entre Gijón y Carreño, el caso histórico de Avilés, el castillo de Gauzón, en Castrillón; la iglesia de Santa Maria de Soto de Luiña y la Quinta Selgas, en Cudillero.
El rey Alfonso II de Asturias, conocido como El Casto, es considerado el primer peregrino a Santiago. ¿Leyenda o historia? Cuenta la tradición que bajo su reinado se descubrió la tumba del apóstol y que el rey en persona se lanzó al camino para comprobar si era cierto. Su recorrido es el itinerario conocido como el Camino Primitivo. Hay un dicho popular que trata de reafirmar esta versión. Se dice que "quien va a Santiago y no a San Salvador – la Catedral de Oviedo/Uviéu —, visita al criado pero no al señor".
El Camino de Santiago es más que una ruta. Es ese peregrino con el que se comparte etapa o el vecino que ofrece un refrescante vaso de agua cuando más se necesita. Pero hay auténticas joyas de la arquitectura escondidas en pueblos que, probablemente, no descubrirás si no te atas unas botas y te cuelgas una mochila a la espalda. El monasterio de Valdediós, o el de Santa María en Oubona, son solo dos ejemplos. Cruzar la ría del Eo en barca, desde Figueras o Castropol, como se hacía en otros siglos, cuando escaseaban los puentes, imprime un plus.
Los otros dos itinerarios son, en realidad, conexiones entre el de la Costa y el Primitivo y entre el Francés y el Primitivo. El enlace del Francés con el Primitivo, sale de León, entra por Asturias a través de Payares, surcando impresionantes paisajes de la cordillera, con la inexcusable visita a la iglesia Prerrománica Santa Cristina de Lena, y se divide en tres etapas (54,5 kilómetros) antes de alcanzar Oviedo/Uviéu.
El de la Costa y el Primitivo se unen desde Villaviciosa hacia el interior a través de Sariego, visitando la Iglesia de Santiago; y Siero, en dos etapas de 39 kilómetros en total.

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